A menudo sostenemos conversaciones con otra persona sin escucharla realmente. En el proceso, perdemos oportunidades para conectarnos, incluso corremos el riesgo de hacerla sentir descuidada, no respetada y resentida. El ejercicio de la <> te ayudará a expresar un interés activo en lo que la otra persona tiene que decir, hacerla sentir escuchada y vivir una forma de fomentar la empatía y la conexión. Esta técnica es especialmente adecuada para conversaciones difíciles (como discusiones con un cónyuge) pero también para expresar apoyo. La investigación sugiere que el uso de esta técnica puede ayudar a otros a sentirse más entendidos y mejorar así, la satisfacción de la relación.
¿Cómo hacerlo?
Encuentra un lugar callado donde puedas entablar una conversación sin interrupciones o distracciones. Invítale a compartir lo que tiene en su mente o en sus emociones. Mientras lo hace, trata de seguir los siguientes pasos, no tienes que cubrirlos todos necesariamente, pero si logras cubrir la mayoría, está práctica se volverá mucho más efectiva:
2. Pregunta. Cuando lo consideres apropiado elabora preguntas que inviten a la persona a aclarar sus pensamientos y sentimientos. Evita saltar a elaborar cualquier conclusión acerca de lo que te están compartiendo. Antes de interpretar, pregunta para clarificar cuál es el significado de lo que te está diciendo la persona que está hablando, por ejemplo, "Cuando dices______________¿te refieres a que__________?
3. Expresa empatía. Si la voz de la persona suena negativa, esfúerzate en validar esos sentimientos sin intentar que los cambie, no los cuestiones y tampoco defiendas lo contrario. Por ejemplo, si la persona que habla expresa frustración, trata de considerar por qué se siente así, independientemente de si crees que ese sentimiento está justificado o si te sentirías de esa manera si estuvieras en su lugar. Podrías responder: "Siento que te sientes frustrado" o "Puedo entender que esta situación te provoca frustración".
4. Que tu lenguaje corporal exprese cercanía. Muestra que estás comprometido e interesado haciendo contacto visual, encarando a la otra persona y manteniendo una postura abierta y relajada. Evita distracciones y no revises tu celular. Ten en cuenta tus expresiones faciales: evita expresiones que puedan comunicar desaprobación o disgusto.
5. Evita juicios. La meta de la escucha activa es entender la perspectiva del otro y aceptarla como es, aún si no la compartes o estás en desacuerdo. Trata de no interrumpir con argumentos en contra o prepárate mentalmente. Puedes elaborar una respuesta o refutación respetuosa mientras la otra persona continúa hablando.
7. Tomar turnos. Después de que la persona haya tenido la oportunidad de compartir y tú te has comprometido con una escucha activa, pregunta si está bien que tú compartas tu perspectiva. Cuando lo hagas, exprésate lo más claramente posible hablando en primera persona. Ejemplo: "Me siento abrumado cuando no me ayudas en la casa". También puede ser útil, cuando sea relevante, expresar empatía por la perspectiva de la otra persona, por ejemplo, "Sé que has estado muy ocupado últimamente y no pretendes dejarme colgado, te agradezco la oportunidad que me brindas de acercarme a ti..."
¿Por qué funciona?
La escucha active ayuda a quienes escuchan a entender major la perspectiva de otros y ayuda a quienes hablan a sentirse más entendidos y menos juzgados. Esta técnica puede prevenir malos entendidos fortaleciendo las relaciones y puedes practicar con cualquiera.¿Te atreves? No olvides compartir con nosotros tus experiencias.
Mayra A. Pérez Ambriz Médica Sexóloga Clínica
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Referencias
Weger, H., Castle Bell, G., Minei, E. M., & Robinson, M. C. (2014). The relative effectiveness of active listening in initial interactions. International Journal of Listening, 28(1), 13-31.
Instructions adapted from: Markman, H., Stanley, S., & Blumberg, S.L. (1994). Fighting for your marriage Opens in new window. San Francisco: Josey-Bass Publishers.Traducción: SayumeSI