La cisnorma te lleva a creer que ésta es aplastante
y que jamás harás la diferencia.
Lo cierto es que ser trans* ya diversifica las experiencias.
Mayra A. Pérez Ambriz
Antes de profundizar en el tema que nos convoca, me gustaría señalar algunos conceptos relacionados:
Patriarcado: Sistema que sostiene todos los sistemas de opresión. Por ejemplo: sexismo (discriminación o privilegio basada en el sexo), racismo (odio, rechazo o exclusión de una persona por su raza, color de piel, origen étnico o su lengua), adultocentrismo (tipo de hegemonía, una relación social asimétrica entre las personas adultas, que ostentan el poder y son el modelo de referencia para la visión del mundo, y otras personas, generalmente infancias, adolescencias, juventudes o personas mayores)..La cisnorma, es otro sistema de opresión que dicta que lo deseable o "normal" es que te identifiques con el género que te asignaron al nacer de acuerdo a la apariencia de tus órganos sexuales pélvicos externos (OSPES)
Es un término creado en 2011 por activistas daneses que, aunque ellos y ellas hablaron también del heterosexismo (término asume que todas las personas son heterosexuales), me voy a limitar a describir la cisnorma que es, el sistema que describe cualquier conjunto de normas de estilo de vida que sostiene que las personas se dividen o clasifican en dos sexos distintos y excluyentes: macho y hembra, con la posibilidad de expresar de dos únicas maneras el género que se asigna según sus OSPES y éstas dos únicas maneras, masculino y femenino, son determinantes para diferenciarlos.
¿Qué o a quiénes excluye la cisnorma?
A las personas cuyo sexo es distinto a la identidad de género y/o expresión de género esperadas por la sociedad cisnormada. Si eliges una mirada purista para interpretar lo que escribo, puede llegar a excluirnos a todas las personas en diferentes contextos. Para darte un ejemplo simple, cotidiano y conocido por muchas de nosotras es, limitar a los hombres a ciertas formas de expresión de sus emociones y/o a las mujeres de ser proveedoras económicas en sus hogares. Absurdo ¿no?
El privilegio de la cisnorma no es algo que eres,
es algo que eliges insistentemente
queriendo imponer a otr_s.
Ahora, voy a compartirte algunas preguntas, que te acerquen desde otro lugar, a mirar un sistema de opresión que no solemos hacer consciente, creo que se debe, a que solemos cuestionar poco y damos por hecho muchas cuestiones y, a mí, que me encanta la filosofía, esta disciplina que trata de responder a una variedad de problemas fundamentales acerca de cuestiones de la existencia, el ser y el conocimiento, pues, me encanta hacer preguntas. A ver si nos acercamos y/o nos atrevemos a ver otras posibilidades...¿Alguna vez has tenido que confirmarle a un maestro de Educación Física tu identidad antes de realizar algún deporte?, sí, ¿alguna vez has tenido que decir -soy hombre, quiero jugar futbol- para que tu maestro diga -confirmado, puedes-? O te ha preguntado -¿Tienes pene y testículos? Entonces, puedes jugar-?
¿Alguna vez has tenido que comprar tu uniforme de la escuela y explicar, si eres mujer, por qué estás comprando una falda o, si eres hombre, por qué estás comprando un pantalón? ¿te ha pasado en los centros comerciales? Sí, ¿alguna vez te han cuestionado por ser mujer -¿oye, por qué quieres la falda?, ¿tienes vulva? Muy bien, puedes llevarla-?
¿Alguna vez has tenido que pedir permiso para entrar a un baño público justificando tu identidad? Sí ¿alguna vez has tenido que decir/explicar -soy hombre, ¿puedo entrar al baño de los hombres?
¿Alguna vez has tenido que asistir a una fiesta de disfraces para por fin vestirte como siempre has querido hacerlo sin temor a ser juzgado?
Pero, ¡qué preguntas son estas! ¿no? La mayoría de nosotras/os vamos a responder automáticamente: -Noooooooooooooooooooooooooooo- y yo te invito a preguntarte ¿por qué no? Tus respuestas, quizá, casi invariablemente te llevarán a mirar la cisnorma, el sis(cis)tema que como una caja, quiere meter a todas las personas a la fuerza, bueno, no a todas, si tú coincides con las normas sociales o tu ser, tu sentir y tu expresión están de acuerdo con ellas, no tendrás ni has tenido que validar con nadie, nada, solo tendrás que vivir como muchas personas pero, ¿qué crees?, no todas.
Más preguntas:¿Alguna vez has tenido que explicarle a un profesional de la ginecología que vas a sacar una cita con éste porque eres mujer?
¿Alguna vez siendo hombre, has solicitado una?
¡¿Qué?!
Muchas personas, en palabras de uno de mis consultantes, tienen que explicar, validar y hacer visible su existencia para obtener servicios y ejercer derechos que según la Constitución tenemos acceso todas las personas: salud, educación, empleo. ¿Por qué? por la cisnorma.
Entonces, ¿ya sabes a qué me refiero? ¿lo entiendes? ¿lo has vivido?
Si tu respuesta es no, probablemente eres una persona cisgénero (término que hace referencia a las personas que se identifican con su identidad y/o expresión de género, con el sexo de asignación. Es un adjetivo usado en el contexto de las cuestiones de género para describir a las personas que no son trans*) pero claro, no estás excento/a de otros sistemas de opresión, si reconoces qué te oprime quizá puedas acercarte a la experiencia de las personas trans* y no binarias y no solamente por empatía (intención de comprender los sentimientos y emociones, intentando experimentar de forma objetiva y racional lo que siente otro individuo) sino también por sensibilidad (capacidad de sentir lo que otra persona, aunque sea, en diferentes contextos).
Algunos factores de riesgo sobre la existencia de la cisnorma para algunas personas, es la discriminación o no acceso a espacios como los que mencioné, violencia por no ser lo que se espera y que los profesionales de la salud y la educación (por mencionar algunos porque, por supuesto, también podríamos hablar de las personas que ejercen otras profesiones u oficios) desconozcan y omitan atender necesidades específicas de las personas que no caben en la caja, profesionales no capacitados en otras experiencias tan validas como las más comunes.
Así es como SayumeSI, junto con personas trans y varias personas aliadas que se han atrevido a mirar más allá de este sistema de opresión, en diferentes lugares del país, hemos diseñado un diplomado para intentar, al menos hacer consciente la existencia de la cisnorma y las implicaciones que ésta tiene para muchas personas y sus familias. Este diplomado busca crear y velar por servicios de salud incluyentes que respeten el significado de cada experiencia, para que las personas participantes identifiquen y actualicen los procesos de atención a la salud a través de ejercicios teóricos, de sensibilización y testimoniales con el fin de optimizar su práctica profesional brindando una atención digna, integral y de calidad.Y ¿por qué nosotras? respondería con otra pregunta y ¿por qué no? podría quedarme como dice @abrazogrupal con la idea de muchas personas "no es mi chamba educarlos, yo ya hice lo que pude o hago lo que puedo al educarme yo" pero como dice Enya Farina, cuando decidimos eso nos arriesgamos a que alguien de la derecha conservadora lo haga y vaya, lo hacen con mucha más fuerza y ruido ¿verdad que has oído de la ideología de género?
Nadie es dueño del conocimiento, no se limita a personas trans* cis, blancas, negras, con capacidades diversas u otras. Si existen barreras para acercarse al conocimiento tendríamos, cada una/o de nosotras/os hacernos cargo de ello, tú también puedes crear redes y espacios como nosotras/os ya que, para todos sale el sol para el que nada es nuevo pero, como pregunta constantemente Jaime Gama, ¿quieres? porque pienso que lo que hace mucha falta son voluntades para unir e integrar talento con respeto e inclusión en acciones concretas. Rubén Quiróz menciona que es mejor que haya a que no exista en absoluto, formación y sensibilización de profesionales aliados y ¿quién es un aliado? En palabras de Guillermo Ponce, es una persona que se une a la causa desde su respectivo lugar, reconociendo pero no protagonizando las luchas de las personas involucradas. Se informa de manera consciente, ya sea de forma documentada a través de documentos científicos, por las expertos (sí, personas trans* y no binarias) en el tema y sobre todo, por las vivencias y experiencias en las que dicha población está inmersa. Busca ser alguien que pueda acompañar y sumar a los procesos afirmando, validando y respetando sin imponer su lógica y perspectiva, si no dando paso a otras posibilidades.
Y, para ello, una persona aliada acepta que lo que es, ES, valida la perspectiva del otro, respeta, acompaña, escucha abierta al diálogo, acepta y reconoce sus emociones, límites, capacidades, habilidades, herramientas de afrontamiento, cede espacios desde sus privilegios, pregunta desde una curiosidad ética y no impone su lógica o perspectiva única, reconociendo que no lo sabe todo y que puede equivocarse, lo intenta y sobre todo se encuentra en su propio camino de autodescubrimiento.