La disritmia es una disfunción sexual en la que uno de los miembros de la pareja o ambos, presentan malestar recurrente y persistente por la falta de coincidencia en la disposición para tener encuentros sexuales. Generalmente, uno de los dos quiere una frecuencia mayor y el otro está conforme con relaciones más esporádicas pero, también puede tener que ver cuando uno, necesita un poco más de tiempo para el encuentro y el otro no le ve sentido o lo echa en falta. El deseo sexual puede estar presente y ambos estar de acuerdo en los estímulos sexuales que les son efectivos, pero el tiempo, la frecuencia y la duración en la que las relaciones sexuales se llevan a cabo es lo que está generando insatisfacción, frustración, malestar, conflicto y/o malentendidos.
Cuando la situación persiste, aquel que quiere relaciones sexuales con mayor frecuencia, comienza a frustrarse, duda de su capacidad como amante y puede afectar su autoestima, así mismo, puede estar sintiéndose rechazada/o, y constantemente se pregunta si sigue siendo atractiva/o para su pareja o si ésta/e le sigue amando. También, pueden llegar a generar sospecha de que quizás su pareja, esté manteniendo relaciones sexuales con alguien más o simplemente no comprenden qué hacen mal. Aquel que se mantiene deseando una frecuencia menor puede sentir incomprensión y muchas veces duda sobre si su comportamiento es normal, muchas veces se siente obligado/a atener que "cumplir" sin ganas, para que su pareja no se sienta mal o no se interprete como una invitación para comenzar una aventura con alguien más. Así, el resultado suele ser una crisis que aleja a la pareja del bienestar, sin embargo, no hay nada de malo en ello, la frecuencia deseada para las relaciones sexuales simplemente difiere para cada persona. Ninguno de los dos es mejor que el otro, simplemente es diferente.
Entonces ¿Qué hacer?
Los profesionales de la sexología no solemos hacer diagnósticos, me refiero a que la mayor parte de las veces, las parejas ya saben cuál es el problema, durante la consejería y/o la terapia se toma una fotografía para encontrar las causas así como las herramientas con las que cuenta la relación para salir avante de esta situación, individualizando lo que cada pareja necesita con un porcentaje de éxito elevado.
Algunos factores que te invito a tomar en cuenta en este y otros temas que involucran a la pareja son:
Comunicación: Clave para el éxito en toda relación te invita a romper el silencio para decirle lo que te pasa, qué necesitas, escuchar al otro, aclarar, resolver, reconocer y planear una estrategia en donde ambos y no sólo uno de los dos, salgan favorecidos.
Interpretar positivamente: Recuerda que cada uno de ustedes carga con un bagaje diferente para entender e interpretar la vida, así que acércate a entender que la diferencia en la frecuencia sexual no necesariamente está relacionada directamente contigo o con el grado de atracción o cercanía. Quita los pensamientos negativos y busquen juntos el acercamiento o la realización de un acuerdo en donde ambos estén cómodos.
Relájense juntos/as: Descansen mejor, bajen el nivel de estrés, tómense unos minutos para respirar, distraerse o compartir un momento al aire libre, inviten al encuentro desde distintos lugares. Promuevan un equilibrio: la armonía surge cuando ambos regalan algo de ustedes (tiempo, escucha, disposición, etc).
Mejorar el estilo de vida: el ejercicio físico, la buena alimentación o un buen descanso son algunas de las maneras que ayudan a liberar endorfinas y a sentirnos mucho más a gusto con nosotros mismos. La sensación de bienestar general es fundamental para que mejore nuestro humor y el deseo de compartir juntos una solución para la felicidad sexual de la pareja.