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La salud sexual no se limita a la ausencia de disfunción sexual cuya definición está relacionada a la respuesta sexual, es decir, a todos los cambios anatomofisiológicos que tiene el cuerpo frente a un estímulo sexual que le es efectivo para alcanzar la excitación y/o el orgasmo (ej. disfunción eréctil, eyaculación precoz, anorgasmia, falta de deseo, etc.)
La salud sexual está vinculada a la salud física en el conocimiento, cuidado y atención de tu cuerpo, el mantenimiento de la higiene, el conocimiento de su anatomía y función, la prevención de ITS a través de la práctica del sexo seguro y protegido, el uso adecuado de antifecundativos de la mano de un profesional de la salud que te guíe en las indicaciones contraindicaciones y efectos adversos para ti, el conocimiento sobre la fecundación, embarazo y nacimiento, las opciones de atención médica con las que cuentas en el ejercicio libre de tu sexualidad, etc.
La salud sexual está vinculada a la salud emocional y mental en el conocimiento de tus actitudes y creencias al respecto de las sexualidades, el reconocimiento, afirmación y confirmación de tu sexo, género, identidad sexo-género, preferencia sexo-género y el interés por expresiones comportamentales de la sexualidad que a nivel erótico, te llevan a preferir ciertas prácticas, el cuidado y atención de tus emociones y la correcta expresión de las mismas, al conocimiento de tus deseos, la capacidad de comunicarlos, la apertura en la realización de acuerdos, la asertividad con la que te relacionas con los demás y el respeto a la diferencia, así como las opciones de atención psicológica con las que cuentas en el ejercicio libre de tu sexualidad, etc.
La salud sexual está vinculada a la salud social es decir, al conocimiento y ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos así como el efecto que tiene el entorno del individuo sobre su estado de bienestar lo cual, viene dado en gran medida por sus condiciones o estilo de vida, dicho de otra manera, es la habilidad de interactuar apropiadamente con las demás personas y el contexto, satisfaciendo las relaciones interpersonales. También está vinculada a la posibilidad de tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de toda coacción, discriminación y violencia.
La salud sexual está vinculada a la salud espiritual, ésta le proporciona los elementos necesarios para una asimilación crítica de su ser en todas sus dimensiones mientras toca la realidad vital de su ser sexual. La espiritualidad es un área fundamental para encontrar, mantener y reforzar el sentido de vida restaurando la conciencia holística del organismo.
Cada quien es libre de elegir cómo vivir su sexualidad, si además eres consciente de esa otra persona con la que te compartes o convives, serás consciente de la importancia del consentimiento y el cuidado que busca no dañar a terceros.
La salud sexual es responsabilidad individual e intransferible. Es el profesional de la salud sexual quien puede acompañarte en el proceso de autodescubrirte en todas las esferas con las que la salud sexual se encuentra vinculada.
Cada persona es su propia causa. Y tú, ¿transmites salud sexual?