Entender lo que sentimos y cómo se sienten otros es esencial para la vida. Según Judith Wright, las emociones son la expresión auténtica de quienes somos, para Daniel Goleman la inteligencia emocional corresponde a aquellas habilidades personales en relación al autoconocimiento (conciencia de ti mismo/a, ¿qué sientes?, ¿qué te llevó a sentirte así?, ¿a qué consecuencias podría llevarte esta emoción?), la autogestión (cómo te manejas a ti mismo/a y en tu relaciones ¿eres capaz de cumplir tus metas?, ¿eres capaz de ser positivo?, ¿puedes controlar las emociones perturbadoras?) y la empatía (¿eres capaz de entender cómo se sienten los demás?, ¿reconoces lenguaje no verbal, tono de voz, etc. y, actúas en consecuencia para aportarle a otro y sumar a su crecimiento?)
Como lo dice su nombre, las emociones básicas, surgen en la cultura y son innatas, desde pequeños/as contamos con ellas y son reconocidas en cualquier parte del mundo gracias a nuestras expresiones faciales. La inteligencia emocional se enseña desde el nacimiento, observa cómo se calma a un bebé cuando llora, cuando está asustado, etc. Madre y padre son los primeros profesores y, si eres una persona adulta y reconoces que no tienes buen control de tus emociones, no te rindas, seguro lo has hecho mejor de lo que piensas, lo que pasa es que solemos ser nuestros peores jueces y el juicio no hace más que entretenernos y alargar el tiempo para accionar y seguir aprendiendo, así que, tienes la oportunidad en esta cuarentena de conocer y reconocer las emociones, pues éstas, nos van a pasar siempre y entonces nunca es tarde. Hoy, te invito a preguntar a tu pareja, a tus padres, hermanos/as, amigos/as y/o a tus hijos/as ¿cómo están?, ¿qué sienten? Nunca des y no aceptes un <bien> por respuesta, esa palabra la hemos convertido en una respuesta socialmente aceptada, describe y pídeles que te describan cómo se sienten ¿qué es bien?, ¿por qué se han enojado, entristecido, apartado? Ayúdales a que le pongan palabras a sus emociones y después, ensayen métodos para que vayan pasando asertivamente.
Reconoce qué emoción sientes en cada momento, cuando gritas, cuando te aislas, mientras estás realizando alguna actividad, cuando despiertas, antes de dormir, en el inicio o fin de cada actividad, capta observa e interpreta qué te pasa con cada una, qué las origina, cómo reaccionas y cómo las actúas, así, podrás reconocer cuáles son tuyas y separarte de las emociones que sienten los demás, eso nos ayuda a hacernos responsables y a dejar que el otro sea responsable de su propias emociones, esto es liberador porque no cargamos la emoción del otro, pero sobre todo, porque tomamos por fin las riendas del absoluto control sobre nuestros sentires.
Advertencia: Cada emoción tiene un lugar, cada emoción es un mensaje, cuando se hace caso, cumplen su propósito estás pasan y deberás seguir adelante, pero, si duran demasiado (días), son inapropiadas (no corresponden con el pensar u otras actitudes, te desconoces, o te llevan a actuar descontroladamente), te llevan a pensamientos catastróficos o irracionales, te despiertan en la noche o irrumpen otras áreas de la vida, no dudes en buscar ayuda profesional.
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