Suicidio y Diversidad Sexual

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La violencia supone un grave riesgo de suicidio.

La Organización Mundial de la Salud señala que el suicidio no es en sí una enfermedad, ni necesariamente la manifestación de una enfermedad, pero aspectos psicosociales y trastornos mentales como la depresión o la esquizofrenia son factores asociados muy importantes.

La muerte como el sexo, siguen siendo temas tabú que suelen rodearse de silencio cuando lo importante es hablar sobre todo, cuando sabemos que la muerte por suicidio ocupa un lugar dentro de las primeras 10 causas de muerte a nivel mundial y, aunque México, no está dentro de los países en los primeros lugares, de manera alarmante se ha elevado la frecuencia en niñ@s y adultos mayores. El grupo de edad comprendido entre los 10 y 24 años es el que posee mayor riesgo suicida.

El espectro de las conductas asociadas al suicidio está conformado por la ideación de autodestrucción en sus diferentes grados: las amenazas, el gesto, el intento y el hecho consumado. El intento suicida, también llamado parasuicidio, tentativa de suicidio, intento de autoeliminación, suicidio frustrado o autolesión intencionada, se ha definido como aquel acto sin resultado de muerte en el que el individuo, de forma deliberada, se hace daño a sí mismo.

El estado anímico más frecuentemente encontrado es la desesperanza, fuertemente ligada a episodios depresivos, haber perdido o no encontrar un sentido de vida y en menores de edad problemas con la familia nuclear, específicamente con los padres y en segundo plano el ambiente social escolar y la presencia de bullying.

Según datos de la Fundación Todo Mejora, que promueve el bienestar de niños, niñas y adolescentes que sufren bullying y comportamiento suicida, debido a discriminación basada en orientación sexual, identidad y expresión de género, la población LGBTTTI+ tiene una tasa de suicidio hasta cuatro veces mayor en relación a las personas cisgénero, heterosexuales. El bullying sufrido en los colegios y el hostigamiento vivido en sus propios hogares, termina llevando muchas veces a niños, niñas y jóvenes a atentar contra sus vidas.

El bullying por diversidad sexual se refiere a las agresiones que se repiten contra un niño o niña o adolescente debido a su sexo (Intersexualidad) género (Transgeneridad) orientación sexual (Gay, Lesbiana o Bisexual) su identidad de género (Transexualidad) o expresiones comportamentales de la sexualidad (pej. Travestidad). También puede pasar si la gente cree que alguien es LGBTTTI+ sin que la persona lo sea necesariamente. El objetivo de estas agresiones es provocar daño a esta persona que es percibida como vulnerable. Estas agresiones pueden ser físicas (golpes, empujones), sociales (aislamiento, acoso) y/o verbales (insultos y sonidos ofensivos).

En el caso de las personas menores de edad, debido al estigma al que se encuentran expuestas, es muy improbable que los y las receptoras de la intimidación denuncien la situación a los adultos. Incluso si el bullying es reportado, es probable que los adultos minimicen la situación o la ignoren por completo. También en materia de niños y adolescentes, se sabe que rara vez reportan intimidación, pero la intimidación por razón de orientación sexual e identidad de género es aún menos probable que se informe a los adultos, incluidos los padres o las autoridades escolares.

En el documento Principales Resultados del Diagnóstico situacional de personas lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, travestis, transexuales, intersexuales y queers (LGBTIQ) se analiza la relación directa entre tener una experiencia de discriminación a lo largo de la vida y el aumento en la frecuencia de ideas e intentos suicidas:

El 36.04% de la población participante reportó haber tenido ideación suicida y el 15.86% reportó intento suicida. Los grupos con porcentajes más elevados en ideación suicida fueron las personas queers (55.71%), los hombres trans (54.55%) y las mujeres bisexuales (47.83%). En relación con el intento suicida, los porcentajes más elevados se observaron en los hombres trans (32.56%), las personas queers (29.53%) y las mujeres.

¿Cómo se puede combatir la discriminación y el bullying a la comunidad LGBTTTI+?

La información y creación de espacios para actualización de personal de educativo son necesarios, la constante capacitación y sensibilización en estos temas podría reducir considerablemente la discriminación hacia la comunidad lésbico, gay, bisexual y transgénero. Así como socialmente se ha replicado la discriminación y la violencia, también puede combatirse de la misma manera, informando al público para que ésta información vaya permeándose socialmente. Es importante una oferta académica que esté basada en hechos científicos que promuevan el respeto de los derechos humanos y erradiquen la violencia por discriminación sexual, ya que de esta forma es posible el trabajo conjunto de inclusión a través de la formación de personas capaces de replicar y modificar pautas de comportamiento social que aún promueven o invisibilizan las distintas expresiones de diversidad sexual y den cuenta de la co-responsabilidad en la construcción de una sociedad que fomenta, mantiene y por tanto puede deconstruir la tasa de suicidios que en estas poblaciones es tan elevada.


Algunas intervenciones sugeridas:

a) Facilitar la verbalización del problema: durante la crisis el sujeto, generalmente, expone con claridad su problema. Respeta su ritmo de exposición, y evita preguntas marginales o accesorias e intentar que concretice el motivo de su angustia.

b) Huir de los estereotipos: "esto pasará pronto", "no es para tanto", etc.

c) Favorecer un clima de confianza que de seguridad

d) Primacía del contacto físico sobre la palabra: Estar ahí, con la persona que sufre, es la única manera que tenemos para mitigar su dolor.

e) Primacía del "aquí y ahora" Nuestra preocupación se debe centrar en las necesidades tanto físicas como psíquicas de ese instante

f) La importancia de la contención: con una actitud cálida, comprensiva y firme que provoque seguridad. Esa actitud contenedora no debe provocar la toma de decisiones aceleradas, que lo único que refleja es la inseguridad del ayudador.

g) La crisis del ayudador: si verdaderamente queremos ayudar a una persona en una situación en crisis debemos conectar con su inseguridad y angustia desde nuestra propia inseguridad, olvidando nuestros dogmatismo y rigidez de criterios

h) Nuestra ayuda en las situaciones de crisis no tiene ningún condicionamiento temporal (puede durar minutos, horas o días)

i) Busca ayuda profesional inmediata con profesionales de la salud mental capacitados en el tema (psiquiatras y psicólogos) quienes realizarán las siguientes intervenciones (2-4)

2. Focalizar el problema

¿cuál es el problema? ¿cuándo ocurre? ¿dónde ocurre? ¿quién está involucrado? Habría que analizar la cadena causal del problema si lo hubiera; es decir, intentar identificar cuál es el problema inicial. No sirve generalizaciones, como por ejemplo "me siento mal con mi familia".Los problemas complejos se debe formular de forma sencilla, si el usuario no es capaz de hacerlo habrá que preguntarle por lo que más le angustia en el momento actual.


 3. Valorar la gravedad

• El riesgo real de realizar el suicidio.

• Su comportamiento en situaciones anteriores parecidas.

• Sus recursos personales psicológicos y su situación grupal: estructura familiar y social.

• También sus limitaciones: sus deficiencias personales psicológicas (rasgos de personalidad, patología psiquiátrica, etc.).

• La posibilidad de un tratamiento psicoterapéutico o/y farmacológico, y también si procede un internamiento psiquiátrico.

4. Actuar

• Recursos personales, familiares y comunitarios: el terapeuta, teniendo en cuentas las posibilidades y límites del consultante y las características de la crisis, indicará las acciones más adecuadas para una resolución satisfactoria.

• Derivación al especialista o internamiento psiquiátrico: en algunos casos la acción de ayuda finalizará con la intervención en crisis, pero generalmente será preciso iniciar un tratamiento psicoterapéutico convencional o farmacológico y en ocasiones más graves no se puede descartar un ingreso hospitalario.

• Seguimiento: es aconsejable el establecimiento de algunas entrevistas de seguimiento para valorar la situación emocional del consultante


Mayra A. Pérez Ambriz. Médica Sexóloga Clínica.


Citas al 5591308643 o al WhatsApp: 5516998106

 Referencias

FELGTB (2013) Acoso escolar (y riesgo de suicidio) por orientación sexual e identidad de género: Fracaso del Sistema Educativo. Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales. Madrid. Disponible en: http://www.felgtb.org/rs/2157/d112d6ad-54ec-438b-9358-4483f9e98868/671/filename/informedefensor-17m13.pdf Consultado: 06-mayo-2019

Fundación Todo Mejora (2015) Materiales sobre diversidad sexual, prevención del suicidio y bullying. Disponible en: www.todomejora.org Consultado: 06-mayo-2019

Rodríguez, L. (2018) Bullying homofóbico en México a nivel de secundaria: el contexto de Nuevo León. Revista de Psicología Vol. 36 (2). Disponible en: http://www.scielo.org.pe/pdf/psico/v36n2/a10v36n2.pdf

Baruch-Dominguez, R., Infante-Xibille, C. and Saloma-Zuñiga, C. (2016). Homophobic bullying in Mexico: Results of a national survey. Journal of LGBT Youth, 13(1-2), pp.18-27.

Duranti, R. (2011) Diversidad Sexual: Conceptos para pensar y trabajar en salud. ONUSIDA, PNUD, UNFPA y OPS.

Rocamora A. (2013) Intervención en crisis en las conductas suicidas. BIBLIOTECA DE PSICOLOGÍA DESCLÉE DE BROUWER
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