Violencia Sexual

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"Frente al mal, voluntad inquebrantable". Amelia Ruíz

Se entiende por violencia, abuso y coacción todo comportamiento hostil consciente o intencional, que por acción u omisión, causa en la persona maltratada daño físico, psíquico, jurídico, económico, social, moral o sexual, atentando así contra su libertad y derecho a desarrollarse como tal persona(1,2)

La violencia sexual es un asunto visto casi exclusivamente desde la justicia y la medicina legal(4), pienso que los datos que se aportan tienden al error por factores sociales relacionados al estigma, la vergüenza, la culpa y la dificultad que aún encuentran muchas personas de hablar abiertamente de los temas que competen al estudio de las sexualidades. Lo anterior, evita que la sociedad reconozca el alcance y la magnitud de este problema y que, en consecuencia, no se tomen serias medidas en su detección, adecuada intervención y prevención.

Las personas receptoras de violencia pueden ser hombres y mujeres de edades que van desde los primeros meses hasta los 80 años; la violencia puede ocurrir en lugares alejados y despoblados, pero también el lugares públicos, concurridos y cercanos; es común que la violencia sexual la generen personas conocidas que gozan de la confianza de la persona hacia quien la dirigen.

Algunas causas...

Los modelos que pretenden explicar los orígenes, desarrollo y mantenimiento del comportamiento antisocial como la agresión, en particular la sexual, asumen como hipótesis central que tales formas de comportamiento se originan en el aprendizaje del medio familiar básico y de acuerdo a la interacción con un medio que lo refuerza o lo mantiene.

La sociedad, a través de sus principales instituciones, ha desarrollado formas muy elaboradas de control de la sexualidad, buscando reprimir, acallar o disfrazar sus expresiones y al mismo tiempo favorece, facilita o permite el empleo de símbolos y el uso de expresiones altamente sexualizadas. Esta situación es al menos detonante de una frustración capaz de favorecer la creación, refuerzo o mantenimiento de la violencia sexual. En este tipo de interacción, con frecuencia se trastocan valores básicos de equidad y justicia. Conceptos como el de la responsabilidad personal se vuelven flexibles y sobretodo, confusos. La persona que recibe la violencia con enorme facilidad es catalogada como responsable de la agresión y aquél que la genera es visto como la víctima de quien en principio fue violentada. En innumerables casos por presión social y familiar, la persona que recibe la violencia se concibe como culpable; calla por temor y no se atreve a denunciar la agresión, colaborando de esta forma a mantenerla impune y en silencio.

Por otro lado, la opinión que prevalece en todo el mundo es que los generadores de violencia sexual deben ser castigados y que el castigo servirá para disuadirlos, prestando más atención a esto que a la prevención o a los manejos terapéuticos y de rehabilitación cuando también es posible ofrecerlos.(5)

Asimismo, a lo largo del proceso de socialización todas las personas asumen el sexismo y el generismo predominantes en nuestra cultura, mientras, esa misma sociedad cuestiona los comportamientos altamente diferenciados en los géneros y se muestra preocupada y sin explicación ante el incremento en la violencia manifiesta en las relaciones humanas, debido a valores y actitudes fomentadas por la propia organización social. Además hombres y mujeres señalan cómo se fomenta la diferencia de los géneros en otras personas antes de observar en sí, cómo las acepta, las promueve, las refuerza, las piensa y solicita en experiencias de la vida cotidiana.

Formas de Violencia Sexual

Sugiero conocer el violentómetro(6), un material gráfico y didáctico en forma de regla, que consiste en visualizar las diferentes manifestaciones de violencia que se encuentran ocultas en la vida cotidiana y que muchas veces se confunden o desconocen, a esta propuesta deberán agregarse todos aquellos elementos relacionados a la sexualidad (sexo, género, identidad de género, orientación sexual, relaciones sexuales, conductas, expresiones y comportamientos sexuales). Por mencionar sólo algunos, los siguientes son ejemplos de violencia sexual:

• Violación
• Violencia sexual en la infancia
• Frotamiento, Hostigamiento, acoso sexual
• Explotación sexual, turismo y trata de personas
• Prostitución forzada
• Violencia obstétrica
• Esterilización forzada
• Crímenes sexuales cometidos por el ejército

Intervención

En la mayoría de los casos, la persona generadora y receptora de violencia sexual, requiere de un apoyo mental y/o emocional en manos de un psicoterapeuta experto que le permita restablecer el nivel de funcionamiento que tenía antes del(os) suceso(s) violento(s) y evitar trastornos posteriores o identificarlos de manera temprana y oportuna, entendiendo que una crisis no es una experiencia necesariamente patológica sino una oportunidad de crecimiento y desarrollo que permitirá al individuo la adquisición de nuevas alternativas de comportamiento ante la vida.

Las intervenciones grupales o intervención social a través de la clínica, la educación y la cultura, han demostrado tener una importancia tangible como estrategias fiables de transformación.

Las personas observadoras son parte del mecanismo de la violencia por ser una audiencia que aplaude y/o legitima las agresiones, pues, le dan al generador de violencia la recompensa que éste busca a través de aquel que, si no hace nada, lo permite y por tanto lo avala. Las humillaciones del agresor sólo tienen sentido si hay una audiencia que las confirme. La acción recomendada es apoyar a la persona receptora de violencia al describir en voz alta lo que está observando para señalarlo como inadecuado e injustificable, así y sobretodo si es junto a otros, muy probablemente podrá frenar o desmantelar el hecho del que es testigo(7).

Prevención

La posibilidad de prevenir la ocurrencia de una agresión sexual debe plantearse desde las perspectivas del generador, el observador y el receptor de violencia, la prevención debe centrarse en las tres de forma complementaria para, al menos, fomentar la evitación. Algunas estrategias de prevención son(3):

• Romper el silencio SIEMPRE para revertir el mecanismo social que hace recargar la culpa, la vergüenza y el terror sobre las personas que la denuncian.
• Creación de un ambiente sexualmente positivo basado en honestidad, equidad, igualdad y respeto
• Promover la sexualidad como un aspecto saludable y deseable desde los primeros años de enseñanza
• Educación Sexual Integral
• Programas de prevención de la violencia sexual
• Mejorar el sistema de atención integral a quienes reciben la violencia
• Intensificar la formación y especialización de las profesiones que intervienen en las situaciones de violencia (Desde estas líneas un profundo agradecimiento y reconocimiento a CESSEX por su participación activa con la Maestría en Intervención en violencia así como a ADIVAC con su diplomado Prevención y Tratamiento de la Violencia de Género con Especialidad en Violencia Sexual y seminarios para profesionales, por mencionar sólo algunas)
• Reforzar la protección policial y judicial de quienes reciben violencia
• Promover el conocimiento de la violencia sexual a partir de los contenidos del sistema educativo
• Realizar actividades contra la naturalización y/o normalización de la violencia
• Promover el desarrollo de contenidos preventivos de la violencia sexual contra la infancia y adolescencia en el ámbito de la escuela y la familia
• Capacitar y sensibilizar a operadores y administradores de la justicia en perspectiva y atención a casos de violencia sexual
• Dejar atrás la cultura de impunidad que desalienta el acceso a la justicia
• Dejar atrás el desconocimiento de las leyes y la falta de voluntad política.

Se tiene poca información y se posee poca consciencia acerca de las posibilidades reales de ser generador y/o receptor de violencia y, la violencia sexual no puede ser abordada con efectividad desde una sola parte de la sociedad o a través de un solo servicio escolar, legal o sanitario. Es fundamental la participación activa de la ciudadanía para unir esfuerzos con instituciones, organizaciones, grupos del gobierno y la sociedad civil en acciones prácticas. El trabajo de sanación implica un trabajo que lo integra todo: el pensar, el sentir y el hacer.

Para terminar, algunas formas que pueden lograr realidades nuevas y activas son:

El cuerpo determina la forma de existir de cada persona en el mundo, conócelo, explóralo, vívelo, respétalo, cuídalo. No se puede amar aquello que no se conoce.

El espacio presenta un sentido horizontal que delimita el territorio colectivo y a la vez invita a entablar relaciones que partan del yo hacia el otro y en ese orden. Olvida las jerarquías y no las fomentes. Cuestiona SIEMPRE tus roles, no son más que una etiqueta.

El tiempo del cual depende la subsistencia de la comunidad y la reflexión del ser humano pues, una vida sin examen no merece la pena ser vivida(6), deja de culpar a otros y examínate como generador, receptor y observador de las violencias en sus múltiples formas para lograr un cambio a través del tuyo. Recuerda, además, que no hay erotismo posible en quienes nunca tienen tiempo(8).

El movimiento como construcción de un cuerpo social, que pretende impulsar a la persona a apropiarse de sus propios sueños y a responsabilizarse de sus acciones colectivas organizadas. No dejes de moverte hasta que seamos tod_s y cada un_ a salvo de nosotr_s mism_s.

Y la memoria que contiene las raíces que vinculan a cada ser, individual y/o colectivo, con su pasado constituido por las personas portadoras y constructoras de saberes particulares que aportan al conjunto de la humanidad. Ten cuidado con lo que compartes a través de la palabra hablada o escrita así como con las imágenes que compartes por cualquier medio pues eres parte importante de lo que estás construyendo para tod_s. Razona y utiliza el principio básico de la ética ¿qué te gustaría leer, mirar y escuchar si hablaran de ti? para ser tratad_, ¿cómo?

"Cada pensamiento que produces, todo aquello que dices y cada una de tus acciones lleva tu firma". Thich Nhat Hanh

Mayra A. Pérez Ambriz Médica Sexóloga Clínica

 Referencias

1.-Cantera, L. (2005) Violencia en la pareja: espejo del atropello, deconstrucción del amor. En L. Cantera (Eds.) La violència a casa. Barcelona. Fundació Caixa Sabadell.

2.-Roca, N. & Masip, J. (2011) Intervención Grupal en Violencia Sexista. Herder, Barcelona. 15-19

3.-Tunqui, R.(2015) Visiblemente ocultos:realidades de la situación de violencia en el contexto boliviano en Murueta, M. & Orozco, M. (2015) Psicología de la violencia. Causas, prevención y afrontamiento. Manual Moderno. 219-232.

4.-Cazorla, G. (2007) Conductas sexuales delictivas: violación, abuso sexual, hostigamiento sexual, incesto, lenocinio y estupro. Antología de la Sexualidad Humana Tomo III. Editorial Porrúa. México. 277-314.

5.-Coleman, E. (2007) Delincuentes sexuales: métodos de prevención y tratamiento. Antología de la Sexualidad Humana Tomo III. Editorial Porrúa. México. 315-337.

6.-Violentómetro. Disponible en:http://www.genero.ipn.mx/MaterialesDeApoyo/Paginas/Violent%C3%B3metro.aspx Consultado: 28-marzo-2019

7.-Recomiendo leer la siguiente liga: https://elpais.com/elpais/2018/11/06/planeta_futuro/1541516726_663171.html Consultado: 28-marzo-2019

8.-Oseguera V. (Sin fecha) Apuntes en Clase. IMESEX